Disminución del consumo de azúcar
En general, el azúcar refinado no tiene beneficios para la salud. Al contrario, demasiada azúcar puede suponer un riesgo para nuestra salud. Sin embargo, la mayoría de los productos que compramos en el supermercado contienen gran cantidad de él porque se centran en el gran sabor de los productos que lo contienen ¡La buena noticia es que esto ha cambiado recientemente!
La tendencia a reducir el contenido de azúcares
La creciente demanda de reducción de azúcar en la industria alimentaria se debe a las preocupaciones por la salud, como la obesidad, la diabetes y otras enfermedades 1. Muchas grandes empresas, incluida Nestlé, han anunciado su compromiso de reducir el azúcar en sus productos, lo que ejerce presión sobre otras compañías para seguir su ejemplo. Además, los gobiernos, como el Reino Unido, están implementando medidas como impuestos más altos sobre el azúcar y prohibiciones de productos con niveles excesivos de azúcar. Las normativas en la UE, por ejemplo, seguirán fortaleciéndose en el futuro.
Plus: Los consumidores también están devenido más conscientes de los riesgos del azúcar refinado y buscan opciones más saludables o productos menos dulces. Pero también hay malas noticias: los mismos consumidores siguen queriendo productos que sepan bien, sobre todo cuando compran aperitivos y dulces como productos horneados, chocolates o helados. Desafortunadamente menos azúcar suele significar productos insípidos, con menos dulzor y sabor. Esto plantea un problema a las empresas, ya que tendrían que conciliar ambos requisitos de forma que sus productos resulten atractivos para los clientes. ¿Cómo lo consiguen? Analicemos algunas posibilidades:
Edulcorantes artificiales
La primera opción es bien conocida. Los edulcorantes artificiales existen desde finales del siglo XX. Y aunque son una buena alternativa, suelen tener un sabor desagradable difícil de disimular. Un problema aún mayor es la percepción generalmente negativa que los consumidores tienen de los edulcorantes artificiales. (1,2) Esto les hace ser cautelosos a la hora de comprar productos edulcorados sintéticamente.
Edulcorantes naturales
Los edulcorantes naturales son otra opción para reducir los azúcares refinados en los productos. Alternativas como la miel, el sirope de agave y el azúcar de caña sin refinar son opciones populares que suelen ser más aceptadas que los edulcorantes artificiales. No obstante la información sobre los beneficios para la salud y las implicaciones que conlleva el uso de estos productos puede resultar a veces engañosa. Como siguen siendo azúcares, estas opciones también añaden calorías a los productos. Además, consumir una gran cantidad de edulcorantes naturales también puede ser poco saludable. En cualquier caso, no resuelven el problema por completo.
Reformulación
La tercera opción consiste en sustituir parcialmente el azúcar por otro ingrediente a granel, como fibra o almidón. Para ello hay que reformular la receta del producto, lo que puede resultar difícil, pero también muy gratificante, ya que es la opción más saludable y no tiene una imagen negativa entre los clientes. Para mantener todo el sabor y no perder el gusto, se puede utilizar otro tipo de edulcorantes. Unas sabrosas fresas, pasas secas o trocitos de piña pueden añadir un punto de dulzor a un producto sin aumentar el contenido total de azúcar añadido. Esto es especialmente útil en productos horneados.
Esto es lo que ofrecemos
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* FMCG Gurus – Sugar & Sweeteners – Global Report 2022
** Rusek, Biazik & Lesiów. (2017). “Consumer Knowledge and Opinion on Selected Sweeteners Used in Food. Part 2”
